Hoy... hoy he vuelto a soñar... a soñar con ella.
Y era amiga mía, y estábamos en una fiesta, y hablaba español porque era española, y era taaaaan maja.
Y yo me la quería ligar, y ella no se dejaba. Y había un baboso que también se la quería ligar, y a ese ella sí que le hacía más caso, aunque al final tampoco él la consiguió.
Y más tarde, ella parecía que quería algo serio conmigo,.. y entonces sonó el puto despertador. Y vuelvo a la cruda realidad de madrugar para ir a trabajar a un lugar lleno de hombres, donde la única mujer con la que tengo contacto es la que está al otro lado del teléfono, y la mujer de la limpieza (dos veces por semana). Y pienso... ¿donde coño se meten las tías como Scarlett, y qué cojones hay que hacer para que caigan rendidas a tus pies, tú, que lo tienes todo? ¿Por qué vas caminando por la calle y ves a tías impresionantes con gente que conoces y que sabes que son auténticos gilipollas? ¿Por qué es tan injusto el mundo y la vida? Es en esos momentos cuando cojo el monitor del ordenador de la empresa y lo tiro por la ventana, vigilando que caiga en alguno de esos gilipollas. Suerte que tenemos montones de monitores por estrenar. Eso me consuela durante algunas semanas. Hasta que vuelva a ver a Rendfield y me ponga al tanto de lo que sucede en Arkham, y del paradero de la Collins, de la que hace tanto que no se nada.
PD: me interesa el Cosmopolitan. Trae buenos tests.
No hay comentarios:
Publicar un comentario